En la siguiente parada se subió un anciano. Llevaba 2 bolsas llenas de compra debían de pesar mucho ya que no se podía mantener recto.
El autobús arrancó bruscamente y las bolsas se volcaron, salió toda la compra rodando. Muchos intentamos ayudarlo, ya que el pobre anciano no podía ni sujetarse.
Como si de una película se tratara todas las manos estaban en el suelo.
Una chica rubia atrapó las naranjas y las galletas, un señor como pudo cogió la carne y la mantequilla. Una madre y sus 2 hijos el azúcar, la sal y la harina y yo de la mejor forma posible le llene las bolsas.
El anciano no paraba de darnos las gracias a todos los viajeros e incluso se le saltaron las lágrimas.
Se bajó 3 paradas antes que yo con tanta mala suerte que resbalo en el ultimo escalón cayendo de cabeza contra el suelo.
Al conductor no le quedó de otra que parar y esperar hasta que llegara un médico.
Todo quedó en un susto. Llegue 2 horas después a casa y cuando mi mamá me preguntó qué había pasado le dije que era una larga historia.
FIN