En la siguiente parada se subió un anciano que parecía herido. El conductor del autobús preguntó:
-"¿Hay algún médico en el autobús?"
De repente un chico joven, con pinta de tener veinticinco años o así, mas o menos, dijo que él era médico en un hospital y que iba para allá ahora mismo, y que cuando llegara, le podía hacer una revisión en el hospital.
Mientras estaba e la camilla, se quedó en estado de coma durante tres días y cuando despertó le preguntaron que si podía recordar algo de lo que le pasó para que se hiciera todas las heridas, raspones y rupturas en los huesos que tenía por todo el cuerpo.
Él no recordaba nada de lo que había pasado, pero para no quedar en ridículo delante de todos los médicos y enfermeros, se inventó una historia que no se la creía nadie, pero que era muy graciosa.
Iba de unos gatos que se estaban peleando y él intentó poner un plato de raspas de pescado y tripas para ver si se tranquilizaban y podía pasar, pro cuando lo puso, empezaron a arañarle y hasta le volcaron un contenedor de basura.