martes, 19 de mayo de 2020

La sala

Sin darse cuenta cerraron los ojos, la anestesia les hizo efecto. Entonces cuando me levanté vi
que se habían llevado a mi compañero. Intenté levantarme pero estaba amarrado a la silla y no pude moverme. Entonces entró por la puerta un hombre de unos cincuenta y seis años con una quemadura en la cara, yo le pregunté que quien era el y me dijo que era el enemigo a muerte de mi padre y yo me quedé muy confuso.
Al final me lo explicó todo y por fin lo comprendí. Cuando se fue mordí la cuerda a ver si se rompía y así fue rompí la cuerda al cabo de seis minutos, intenté salir por la puerta pero no pude por que estaba cerrada por una llave. Y cuando de repente entró el hombre, yo estaba de pie junto a la silla. Me pego tan fuerte que me quede inconsciente pero cuando me desperté estaba en otra sala diferente.
Entonces entró otra vez ese hombre y no dijo nada, después salió andando. Yo corté otra vez la cuerda y vi una ventana mire por allí y vino un hombre que me dijo hola y con un cuchillo ¡¡Adiós!!