El miércoles antes de salir al recreo el maestro nos dijo que el viernes íbamos de excursión a la mina de Órgiva.
Al llegar nos
dejaron un rato en una mina muy pequeña para que nos pusiéramos cascos.
Aida, Martina, Lucía y yo nos pusimos los cascos y sin que nadie nos viera nos
fuimos a investigar, al entrar en una mina llamada Casa de la
fluorita nos encontramos un agujero con forma de puerta y entramos, al fondo se
veía una luz muy brillante y fuimos a ver lo que era.
Empezamos a escuchar ruidos de máquinas y fuimos Martina y yo a ver de dónde venían, esos ruidos lo llevaron hasta la salida, allí encontramos a un minero y le contamos todo. Entramos a la pequeña mina con él y nos ayudó a sacar a Aída del hoyo y también cogimos el diamante.
Las cinco fuimos a buscar a nuestra clase y a llevar el diamante a un sitio seguro. Tres meses después nos llamaron para decirnos que teníamos que elegir un nombre para la mina que habíamos encontrado. Martina, Aida, Lucía y yo decidimos ponerle la mina secreta y le dijimos que esa mina solo la enseñasen a las excursiones del colegio.
Fin.