No la encontraba y se puso a llorar, ese era Manolito el vecino de mi amiga Andrea. Un día que fui a su casa y me quedé a dormir le hicimos una broma a Manolito que no nos paraba de molestar, le escondimos su peluche favorito con el que iba a todos lados. Se lo escondimos en el armario más alto de su casa y cuando él se dio cuenta de que no estaba se puso a llorar.
Manolito tenía 13
años y cuando se enteró de que lo teníamos nosotras nos dijo que
pagaríamos por lo que habíamos hecho y que nos haría algo terrible.
Cuando cumplió 17
años nos invitó a su cumple, Andrea y yo fuimos, al entrar no había nadie
y de repente apareció Manolito vestido de negro y con dos sacos enormes en la
mano. El nos metió en los sacos y nos subió en un coche y aunque no tenía
carnet cogió el coche y nos llevó a una casa abandonada a las
afueras de nuestro pueblo.
Cuando llegamos nos sacó
de los sacos, nos metió en una habitación muy oscura y nos amenazó con
matarnos. Andrea y yo le dijimos donde estaba su peluche favorito con forma de
elefante y el fue a su casa a buscarlo.
A la mañana
siguiente vino a la casa abandonada con una pistola en la mano y nos dijo que
le habíamos engañado, que no estaba en el armario más alto de su casa,
que nos iba a matar.
Lo convencimos
para que nos llevará a su casa y al llegar a la puerta había un par de policías
en un coche y cerca nuestras madres. Detuvieron a Manolito pero nosotras antes
de que se fuera a la cárcel le dimos a su elefante que se llama Pepito.
FIN.