Cuando iban paseando se encontraron un edificio muy grande y alto el cual estaba a la entrada de una fabrica abandonada, daba miedo pero les pico la curiosidad y decidieron entrar.
Por dentro estaba todo oscuro y había maquinas, no sabían de que eran, continuaron andando y tropezaron con unas cajas que tenían dentro zapatos antiguos.
Al fondo vieron una habitación con luz, se acercaron y vieron un hombre. Era el dueño de la fabrica que seguía haciendo zapatos y los regalaba a los niños pobres.
La gente se dio cuenta de que los zapatos era de la marca más antigua del mercado y de la mejor calidad.
Se empezaron a vender muchísimos y el zapatero tuvo mucho dinero, reconstruyo la fabrica y los contrato de principiantes de zapateros.