Había una vez una niña llamada Zoe. Zoe no era una niña normal porque ella creía en los duendes y en las hadas. Un día mientras dormía soñó que un duende iba a su casa a recogerla para que fuera al mundo de las hadas y duendes.
Cuando despertó para prepararse para ir al colegio Zoe no paraba de pensar en el sueño que había tenido y por eso esa tarde decidió ir a el lugar del sueño donde allí estaba el mundo de los duendes y de las hadas.
Cuando llegó vio una unión de árboles que le impedían el paso. Pero cuando entro se encontró una ciudad con casitas chicas y casas grandes, siguió caminando y oyó una vocecita muy baja que dijo hola y Zoe trataba de averiguar de donde venía la voz y resulta que era un hada.
Era la hora de volver a casa, se despidió y dijo adios mañana volvere, pero no pudo.
Al final se quedo a vivir en la escuela de magia de las hadas y hizo amigas.