Unas señoras mayores las preguntaron sus nombres, a Lusi y a Lola que iban con el mago Héctor a la montaña nevada. Las señoras le dijeron que no se fiasen de Héctor porque ellas casi mueren por su culpa cuando eran pequeñas.
Los tres subieron la montaña hasta que se iba a hacer de noche y acamparon, mientras Héctor terminaba de montar su tienda de campaña las mandó a por leña y les dijo que fueron a lo más alto de la montaña a por ella.
Cuando iban subiendo oscureció y empezó a llover, les faltaba muy poco para llegar a la cima pero Lusi se cayó y se hizo daño en la rodilla, Lola vio una cueva y fueron a esperar a que parase de llover y al rato paro, empezaron a oír unos ruidos muy raros que venían del final de la cueva, se dieron cuenta de que era un oso polar, echaron a correr pero no muy rápido porque Lusi no podía.
Lola piso un charco y se cayó, al levantarse el oso le araño el brazo y la pierna. Al llegar a donde habían acampado y se dieron cuenta de que el mago Héctor con sus echizos había hecho que todo eso ocurriera.
Lola y Lusi llamaron a la policía y llevaron a la cárcel al mago.