domingo, 25 de abril de 2021

Aquel chico... Texto libre ganador

Cuando entré toda la gente de dentro me miraba con cara extraña... Era mi primer día de colegio desde que me mudé con mis padres. Los niños y niñas de mi clase siempre me dejaban en ridículo y me acosaban continuamente y cuando llegaba a casa, mis padres seguían disfrutando y hartando se de vino. Me ordenaban a que hiciera todas las tareas de la casa porque sino me castigaban. Un día se me olvidó fregar los platos, porque tenía que estudiar para el examen de historia, y me castigaron en mi humilde habitación. Acabé durmiéndome, y de repente en mi sueño apareció un chico con una sonrisa de oreja a oreja, que me ayudó a levantarme. Me lo pasé muy bien, nos hicimos amigos, hasta que nos despedimos y salí de aquella especie de lugar por una puerta muy bonita. De repente me desperté y fui al colegio como todos los días, no me podía concentrar por aquel sueño tan extraño y bonito a la vez. Cuando llegué a mi casa hice las tareas como siempre y extrañada por el sueño de anoche. Decidí comprobar si me encontraría otra vez con aquel chico tan amable. Y afortunadamente lo volví a ver. Cada vez éramos más y más amigos, hasta que... Creo que me enamoré. Él era la única persona que me hacía feliz y yo a él, asique estabamos hechos el uno para el otro.       

Pasaban los días y días y cada vez me importaba menos que me insultaran o acosaran, porque era feliz conmigo misma y con aquel chico. Todos los días, cada vez que llegaba del colegio corría hacia mi habitación y me echaba a dormir, pasó una semana y... No podía dormir, decidí comprar unas pastillas para dormir, y literalmente me pasaba los días durmiendo, y era muy feliz, pero todo tendría consecuencias... Ya no solo me dormía en mi cama, sino en público. Una vez me llegué a dormir en la hora de comer delante de mis padres y lo peor es que un día me dormí en clase, la maestra se enteró y en mi mochila vio que llevaba las pastillas para dormir. Se lo contó a mis padres y no pararon de pegarme y gritarme, hui a mi habitación con el bote de pastillas en la mano, y me las tomé todas de golpe, me dormí de inmediato y vi al chico del que estaba enamorada y entre lágrimas me besó, yo no entendía porque lloraba... Y justo detrás de mi se escucho un crujido, la puerta por la que yo volvía a mi mundo se rompió. Cuando me quise dar la vuelta en vez del chico había un mounstruo gigante, me di cuenta de que era el chico porque seguía llorando, me cogió en brazos... Y sentí como poco a poco mi cuerpo se detenía. Y por desgracia fallecí en los brazos de mis padres.

Espero que os haya gustado esta historia, es triste pero para mi gusto me parece preciosa, y siento que es necesario sentirse triste de vez en cuando, al igual que es bueno sentirse feliz 😄.