Érase una vez un soldado que era enano. Era un campamento para que los soldados pudieran hacer las pruebas para ir a la guerra. Llegó el día de las pruebas y el soldado enano era el peor y se reían todos de él. Perdió las pruebas porque quedó segundo, pero al primero le dijeron que tenía que volver a hacer las pruebas. El primero era mucho mejor que el soldado enano. Así que el soldado enano tenía que esforzarse mucho para irse a la guerra. Llegó el día de las últimas pruebas, el primero contra el segundo. Iba ganando el que quedó primero. Llegó la última prueba y perdió el soldado enano pero el primero se metió con él y lo descalificaron. Ganó el soldado enano.