Un hombre llamado Pepe siempre se reía de los más pobres porque él era rico.
Él nunca solía salir de su casa. Toda la gente veía las cosas con las que se entretenía pero cuando le preguntaban si se lo prestaba, Pepe nunca se lo dejaba. Los pobres nunca tenían para comer porque no tenían dinero. Un día llegó una persona al barrio que tenía también mucho dinero. Él siempre compartía su dinero con los demás. Un día le dijo a Pepe que si le dejaba entrar a su casa para verlo y Pepe lo dejó. El hombre vio muchas cosas pero de repente vio un cuadro que se perdió del museo y lo tenia él. El hombre que llegó al barrio resultó que era detective y rápidamente lo detuvo y se lo llevó a comisaria y alli lo encerraron. La casa de Pepe se la quedaron los pobres y toda la herencia tambien. Y todos los pobres fueron felices.