Un día iba paseando por el pueblo, cuando de repente apareció un extraterrestre. Era verde y medía un metro. Estuvimos hablando y me dijo que tenía hambre y lo llevé a mi casa para que comiera. Se comió todas las verduras negras que había en la nevera. Estuvimos jugando al fútbol. Era muy torpe, no sabía hacer nada. Después se marcho en su nave de 400 metros. Fue súper divertido. Ese día fue inolvidable.