Cuando la niña invitaba a sus amigas siempre le decían que no. El anterior lunes vino una niña nueva al cole, se llamada Pepita. Pepita era una niña muy, pero que muy torpe. Nadie que ría estar con ella porque si no ellos también se volverían torpes. La niña tenía aspecto de ser un poco tonta, bueno un poco tonta no, tenía mucho acpecto de tonta. Un día jugando al fútbol, la niña le dió un pelotazo al balón, rebotó en la pared y se dió en la cara.
La pobre tuvo que ir al médico, se volvió más tonta aun. Cuando vino del médico, se le quitó la forma del dalón en la cara.
Paquito
decía que más mala suerte no podía terner. Pepita, cuando ya era la
hora de salir, a Pepita se le cayeron las llaves a la alcantarilla.
Pepita estaba gritando para que le ayudarán. Vino un hombre fuerte y le
ayudó a coger las llaves y desde ese día Pepita se casó con el hombre.