Por la mañana vi a mis padres con manchas verdes. Yo no entendía nada hasta que me dijeron que ellos conocían el reino de las hadas y que le habían echado una maldición que los convertirían en monstruos.
Decidí dar una visita al reino de las hadas. Allí encontré el hada del frío y le dije: "Hola vengo en busca de la Hada Suprema", entonces me contestó: "Hola me llamo Erika". También me dijo: "si deseas llegar al castillo del Hada Suprema deberás cruzar el laberinto de las hadas. Y yo seguí el camino.
A unos metros me saludaron otras hadas y una me dijo: "soy Karina el hada de los vientos; y estas son mis amigas Nayara Alonso que es el hada del fuego, y Nayara Arroyo que es el de las nubes". Yo les pregunté que donde estaba el castillo y ellas me dijeron que a 500 metros habría tres hadas que me guiarían el paso.
Fui caminando y ¡¡¡sí, me encontré con tres hadas!!!.
Una de ellas me dijo: "soy Aroa el hada del agua; y estas son Mª Carmen el hada de las flores, y Anika el hada de los bosques.
Ellas me dijeron que para llegar al castillo tendría que cruzar al otro lado, cruzar un bosque y seguir de frente.
Crucé y justo cuando iba entrar al bosque me encontré dos hadas.
Una me dijo: " Buenas tardes, soy Dana Venus el hada de los unicornios". Y la otra me dijo: yo soy Naiara el hada del arcoíris.
Me fui al bosque y al salir encontré el castillo. Entre y un hada me dijo: soy Élenor el hada Suprema, dime que quieres. Yo le contesté que por qué le había echado una maldición a mis padres. Ella contestó que mis padres le habían robado frutas de su huerto. Yo le dije: llevo fresas en mi mochila te las doy a cambio de que le quites la maldición a mis padres.
Ella acepto, yo volví a casa y mis padres ya no tenían la maldición.