Otro curso que se acaba, y otra etapa terminada. Os deseamos lo mejor para el próximo curso y sobre todo...
¡Felices vacaciones!
Otro curso que se acaba, y otra etapa terminada. Os deseamos lo mejor para el próximo curso y sobre todo...
¡Felices vacaciones!
Un día estaba yo en mi casa moviendo una mesa de sitio cuando sin querer choqué la pesa contra una pared y la pared se cayó. Pero en vez de estar la calle había una escalera de caracol que bajaba. Bajé la escalera. Debajo del todo había una habitación con unas grandes cajas. Las abrí y había libros. Saqué los libros y cómo no, me metí dentro de una caja y la cerré. Después la caja se sacudió un poco y al salir de nuevo en vez de estar en esa especie de sótano de mi casa estaba en una cueva rara en la que había un homo sapiens llamado Manolín, que estaba tocando el trombón y el tambor a la vez. Dejó de tocar un momento y me dijo que tenía que seguir adelante por la cueva. Le hice caso y como unos cien metros más adelante me encontré un puente con una cosa encima que parecía una maceta, pero en vez de tener tierra tenía carbón, y en vez de una planta tenía un plano de toda esa cueva, que según el plano seguía hacia adelante un buen trecho. Y después había un cruce en el que salía a varios lugares, aún bajo tierra: el terrario de las gomas extraterrestres, el circo de las sillas malabaristas, la electricidad bicicletista y el campo de las semillas escaladoras. Decidí ir al campo de las semillas escaladoras. Tras unos veinte minutos de andar hacia delante en la cueva llegué al cruce. La cueva grande se cortaba en seco y daba lugar a cuatro túneles algo más pequeños. Cada uno con un letrero encima donde ponía hacia dónde iba. En cuanto me disponía a entrar en el túnel de las semillas escaladoras apareció un hombre semitransparente que me preguntó dónde vivía. Al decírselo me dejó pasar, no sé por qué. Anduve un rato por el túnel hasta que llegué a otra amplia sala donde del suelo salían semillas de aproximadamente un metro de alto con brazos y piernas. Más allá había una pared de rocas por la que escalar. Como las semillas no parecían poder hablar decidí escalar el muro para ver qué había arriba. Tras un rato de escalar y casi caerme un par de veces conseguí llegar arriba del todo. Un poco más adelante se salía a otra cueva más grande, a la que también llegaban los otros lugares. Allí me encontré con una persona grande con un gran bigote que se hacía llamar Presirracho del Parlamonte. Él me dijo que eso era una cueva subterránea a la que sólo podían acceder las personas elegidas. También me dijo que a partir de entonces tendría que vivir allí. Me llevó hasta una réplica exacta de mi casa, donde estaban mis padres, que una vez fueron a comprar leche y nunca volvieron. Y desde ese día fuimos felices y comimos perdices, pero dentro de una cueva.
Se tropezó con una hormiga y cayó de cabeza, salió botando y dio un triple mortal hacia delante. Cayó de pie, pero se tropezó con una hormiga y cayó por un precipicio de más de mil quinientos metros. Y al llegar al suelo se escuchimizó y se hizo un gurruño, y entonces llegó una ambulancia. Un tiempo después salió del hospital escuchimizado y hecho un gurruño con los brazos y las piernas medio metidas para adentro y hecho una bola. Estaba en Madrid y fue a comprar. Primero fue a comprar pescado de kilómetro cero. Después fue al Burguer King a comer hamburguesas de personas. Después se fue a la playa de Madrid y después se fue a donde había nacido y donde había conocido a fulanito, y ese sitio es… ¡Bolivia! Aparcó en el puerto de Bolivia. Entró en Bolivia y se encontró a fulanito muerto en el suelo porque se tropezó con una hormiga. Pobre fulanito. Al menos su familia denunció a la hormiga y la metieron en la cárcel por asesina. Le pasó algo parecido a Mari Pili, que se tropezó con un gusano y ahora se podría decir que se ha quedado tiesa. Siguió andando por Bolivia hasta que llegó al mar del otro lado, donde montó en su yate y se fue para España.
En este texto libre voy a contar cosas que me pasaron en infantil. Un día tenía ganas de hacer caca justo antes de que comenzara el recreo y me pasé todo el recreo en el váter. Cuando salí la maestra estaba flipando con lo que tardé. Otro día estábamos en el patio cavando en la tierra buscando lombrices y un amigo se comió los gusanos. También un día otra persona se metió una goma en la nariz y como no podía sacársela, la maestra tuvo que sacársela con pinzas, pero luego otro día se metió una cera en la nariz y como no podía sacársela otra vez la maestra tuvo que sacársela con unas pinzas. También un día trajeron juguetes nuevos a la clase. Y todos nos pensábamos que eran para que nos los quedásemos nosotros, así que nos peleamos por ellos. También cuando era el cumpleaños de alguien le hacíamos un dibujo y yo hacía cosas penosas, como por ejemplo un coche deforme amarillo y sin ruedas o un gato con la cola retorcida. También una vez estaba en el baño con alguien y esa persona presumía de tener el pito más liso que el mío. También un día teníamos que hacer coches de cartón para ponérnoslos de disfraz. Todos salieron muy bien. Y por último, esto no me acuerdo, pero me lo contó mi madre, era que el primer día de colegio me puse a llorar tanto que la maestra de inglés que había había tenido que darse paseos conmigo y cuando ya estaba cansado de llorar la abracé y dije “teta”.
Esta mañana el alumnado de 6º hemos estado en las clases de infantil de 3 años para leerle cuentos. Aquí tenéis las fotos de 6º B junto con el alumnado de 3 años B.
Estos son los trabajos realizados en clase sobre el tema de la electricidad.
El pasado 11 de abril se repartieron los premios del concurso literario que organiza anualmente la Asociación de Amigos de la Cultura de Órgiva. Este concurso va dirigido al alumnado de 5º y 6º y en esta ocasión tenían como temática los lugares emblemáticos de Órgiva.
¡Pero si no hay nadie! Dije cuando salí a la calle,no sabía si despertar a mis padres o seguir durmiendo,pero no hice ninguna de las dos,me puse a ver la tele y cuando se despertó mi padre le dije lo que había pasado y se asustó fue a despertar a mi madre y a mi hermana,nos vestimos para ir a ver el pueblo y no había personas en la calle y en las casas tampoco,no sabíamos que había pasado. Cuando llegamos a mi casa encendimos la tele y decían las noticias que era el fin del mundo y que iba a empezar un apagón mundial,iba a hacer mucho frío y habrían mosquitos muy raros y super venenosos. Al escucharlo mi hermana y yo nos asustamos y nos volvimos locas.Tambien dijeron que nos teníamos que ir a Portugal para irnos a la Luna,preparamos todo y nos fuimos lo mas rapido que pudimos.Ya estabamos en una nave muy rara y cuando llegamos a la Luna habian un monton de extraterrestres y dijeron que nos fueramos a el Area 51.Hubo un largo camino y cuando ibamos por la mitad empezo a hacer mucho frio y no se veia nada.Y asi es el fin del mundo
Aquí os dejo unas actividades interactivas para repasar el relieve y los ríos de España. Sólo tenéis que pinchar en la imagen.
Esta mañana, hemos visitado la Alhambra otra vez. En esta ocasión el recorrido ha sido el de Fortaleza y Estrategia, en el que hemos visto la parte defensiva del monumento granadino. Hemos recorrido el interior de las murallas y la alcazaba, donde hemos subido a la Torre de la Vela. Nuestro agradecimiento a Leonor, nuestra guía, que nos lo ha explicado todo de forma muy amena y que además nos ha hecho esta foto.
La madre le preguntó que nota se había sacado, en ese momento Manolo estaba demasiado nervioso, porque si le decía la nota que se había sacado la madre le daría un bofetón que saldría volando.
Entonces Manolo se tiró por la ventana y se fué corriendo, a tocarle la puerta a sus amigos para que se fueran al poli y Manolo decidió jugar un calienta, cuando terminó el calienta decidieron jugar un partido de fútbol. Los equipos eran:Manolo, Marcos, Antonio e Izan contra Mahdy Darío, Christian y Álvaro.
Cuando empezamos el partido el equipo de Manolito marcó un gol que lo había colado Antonio, cuando pasó 10 minutos el equipo de Mahdy coló otro gol que lo había colado Darío después de un buen rato Manolito fue a beber agua y vio a su madre.
Rápidamente
Antonio y Marcos robaron el patinete eléctrico de un amigo de una
manera que tenían ellos y Manolito se montó con ellos, iban tan rápido
que en una curva se estrellaron y el patinete explotó y los tres años se
hicieron cenizas, la madre no tuvo que mover ni un dedo.