Al día siguiente se despertó agotada, sin ganas de levantarse de la cama.
Y afuera escuchó como la madera de un ataúd que llevaba su padre hacía un sonido molesto al rozar con el cemento del suelo.
Ella tenía una familia muy pobre y por ese motivo vivían cerca del cementerio, su padre era sepulturero y hoy se le había roto la carretilla en la que llevaba los ataúdes.
-¡Lara!-gritó el padre. Lara fue hacia su padre. Él le pidió que le ayudara a llevar el ataúd porque su madre estaba preparando el desayuno.
Lara se tropezó y dejó caer el ataúd el cuál su padre sujetaba del otro extremo. Un lateral del ataúd se rompió y cayó un anillo con una nota la cuál decía:
-Quién lleve este anillo una maldición le caerá has-...
Su padre la llamo para llevar el ataúd hasta el nicho. Ella no leyó la carta entera y se puso el anillo.
Pasaron los días y Lara tenía muchas pesadillas.
Su familia no tenía mucho dinero asique no pudieron llevarla al psicólogo.
Una noche Lara no paraba de sudar y llorar y su madre fue a su habitación a calmarla justo Lara se despertó y vio algo que le provocó un ataque. Lara no paraba de echar espuma por la boca y tampoco paraba de temblar hasta el punto de estar inconsciente. Sus padres la llevaron al hospital y días después Lara salió del hospital. Desgraciadamente no aguantó mucho... Porque tres días después falleció en su cama.
Su último grito fue:
-¡Ayuda!
Un grito ahogado que segundos más tarde dejó un silencio horrible... Poco después el anillo cayó al suelo.
Al lado de la carta que decía:
-Quién lleve este anillo una maldición le caerá hasta llegar a descansar en paz.
En la parte inferior decía:
-No importa ni como ni cuando, pero... El siguiente serás tú...☺